Este tipo de trastornos tienen en común el fracaso por parte del sujeto de ejercer el control sobre el impulso que irrumpe, para llevar a cabo un acto que supone un daño, o bien para sí mismos o para otros. La paradoja se da en tanto que si bien se experimenta por parte del sujeto un alivio al momento de llevar a cabo "el acto", luego la vivencia es de un profundo malestar. El buscar un espacio de reflexión y auto conocimiento es el primer paso hacia la salida de esta dinámica del padecer.